Estamos en Bali, al fin!!!! Hoy cuando me he despertado, a eso de las 6 y media de la manyana, lo he verdaderamente notado. El olor a sal del mar, el sonido de las olas, el sol en el ventanal de la habitacion, el cuerpo totalmente descansado despues de 8 horas reales de suenyo aunque aun dolorido del maraton de coche de los ultimos dias…
Para resumir y para aquellos que quieran saber simplemente como estamos y que hemos hecho hoy, simplemente dire que hoy ha sido un dia super tranquilo, No Stress my friend, de playa, piscina, siesta despues de mucho tiempo, y comida de lujo. Nada mas. Asi que nada, quien espere leer algo apasionante o peligroso (Salvatore lo siento) que lo deje. Ahora bien quien quiera simplemente saber que es eso de ser guiri total (estoy en contra pero de vez en cuando toca) que siga leyendo por favor.
Me he despertado y como soy como soy ya no podia quedarme en la cama asi que mientras Rehana se desperezaba tranquilamente me he ido a andar por la playa para ver que se cocia. Y la verdad es que tan temprano ya habia ambientillo. Los barcos que antanyo fueron de pescadores, estrechas canoas con dos flotadores de bamboo a cada lado para mantener el equilibrio y motor de mano japones en la proa, y que ahora son vehiculos turisticos para avistar delfines o ir a hacer snorkeling, volvian con su cargamento habitual de guiris rubios y pieles quemadas al sol. Logicamente alrededor de este mercado turisitico ya estaban los tipicos vendedores de recuerdos, de amuletos, de colgantes, de cocos, de comida y bebida, de paquetes de buceo y excursions, etc… Aqui esta lleno de esa gente y es lo normal porque viven de ello, pero aunque en muchas ocasiones es pesado aguantarlo, lo bueno que tienen, a diferencia de las otras ciudades en las que hemos estado, es que no son pesados y son ademas educados. Cuando les dices que no, lo entienden, y ademas no se enfadan ni ponen mala cara. Esta amabilidad propia de los balineses se extiende incluso a la ayuda al viajero. Si preguntas sobre como llegar a Pamplona, te contestan, aunque luego te intenten vender que tienen un primo en Zaragoza que nos podria acercar, pero bueno, la cuestion es que lo hacen y eso ayuda mucho a tener una Buena impression de esta gente.
Asi que he paseado un rato por la arena volcanica de la playa de Lovina, esquivando barcas que llegaban y otras que estaban ya en tierra, hasta llegar a una zona, alejada de los complejos de hoteles y restaurantes, zona en la que viven los pescadores en pequenyas casitas o chozas y donde tienen sus tarazanas, sus corralitos con conejos, pollos, y perros. No pudiendo avanzar mas he tocado retirada y he vuelto al hotel.
Asi que con Rehana ya despierta, preparada, y hambrienta, hemos ido al Restaurante del Hotel y hemos desayunado. No ha sido un desayuno incredible como en Yogya pero algo es algo. Luego hemos ido a lavar ropa sucia ya que se nos acumula sobre todo despues de las excursiones de los ultimos dias. Ayer noche mientras paseabamos vimos algunos puestos donde lavan, por kilo o por prenda, y despues de comparar precios, la hemos dejado. Esta bastante bien ya que por menos de 5 euros lavaremos todo lo que tenemos.Obviamente el tio que nos ha atendido a intentado vendernos excursiones para ver delfines y toa la pesca.
Por la noche, despues de haber descansado y habernos arreglado, hemos ido a cenar algo. Hemos probado en el Kakatua, otro de esos miles de restaurantes tipicamente balineses (bambu, musiquita, vestiditos tradicionales...) para gente tipicamente turista, me explico? No ha estado mal aunque tampoco ha sido espectacular, y es que el paladar se nos esta volviendo delicado a medida que empezamos a conocer la gastronomia de la zona. Ya no todo nos parece increible como al principio, ahora ya podemos criticar y decir que si esto esta mas asi o si alli lo hacian mas asa... Tras la cena, tocaban unas copichuelas y a eso ibamamos cuando la casualidad ha dado nuevamente con nostros y al cruzarme con unas chicas, me han sonado, y las he reconocido. Las holandesas que encontramos en los templos de Yogya estaban en Kalibukbuk tambien. Ha sido una sorpresa increible, hace gracia conocer gente y volvertela a cruzar, y despues de reencontrarnos y explicarnos los dias de aventura a grito pelao en medio la calle, nos hemos ido juntos a un local con musiquita en vivo. Pobre de mi que he tenido que currar y ensenyarle al chavalote que hacia los cocteles como hacer un Mojito como Dios manda. El pabellon ha quedao por todo lo alto, obviamente.
Para resumir y para aquellos que quieran saber simplemente como estamos y que hemos hecho hoy, simplemente dire que hoy ha sido un dia super tranquilo, No Stress my friend, de playa, piscina, siesta despues de mucho tiempo, y comida de lujo. Nada mas. Asi que nada, quien espere leer algo apasionante o peligroso (Salvatore lo siento) que lo deje. Ahora bien quien quiera simplemente saber que es eso de ser guiri total (estoy en contra pero de vez en cuando toca) que siga leyendo por favor.
Me he despertado y como soy como soy ya no podia quedarme en la cama asi que mientras Rehana se desperezaba tranquilamente me he ido a andar por la playa para ver que se cocia. Y la verdad es que tan temprano ya habia ambientillo. Los barcos que antanyo fueron de pescadores, estrechas canoas con dos flotadores de bamboo a cada lado para mantener el equilibrio y motor de mano japones en la proa, y que ahora son vehiculos turisticos para avistar delfines o ir a hacer snorkeling, volvian con su cargamento habitual de guiris rubios y pieles quemadas al sol. Logicamente alrededor de este mercado turisitico ya estaban los tipicos vendedores de recuerdos, de amuletos, de colgantes, de cocos, de comida y bebida, de paquetes de buceo y excursions, etc… Aqui esta lleno de esa gente y es lo normal porque viven de ello, pero aunque en muchas ocasiones es pesado aguantarlo, lo bueno que tienen, a diferencia de las otras ciudades en las que hemos estado, es que no son pesados y son ademas educados. Cuando les dices que no, lo entienden, y ademas no se enfadan ni ponen mala cara. Esta amabilidad propia de los balineses se extiende incluso a la ayuda al viajero. Si preguntas sobre como llegar a Pamplona, te contestan, aunque luego te intenten vender que tienen un primo en Zaragoza que nos podria acercar, pero bueno, la cuestion es que lo hacen y eso ayuda mucho a tener una Buena impression de esta gente.
Asi que he paseado un rato por la arena volcanica de la playa de Lovina, esquivando barcas que llegaban y otras que estaban ya en tierra, hasta llegar a una zona, alejada de los complejos de hoteles y restaurantes, zona en la que viven los pescadores en pequenyas casitas o chozas y donde tienen sus tarazanas, sus corralitos con conejos, pollos, y perros. No pudiendo avanzar mas he tocado retirada y he vuelto al hotel.
Asi que con Rehana ya despierta, preparada, y hambrienta, hemos ido al Restaurante del Hotel y hemos desayunado. No ha sido un desayuno incredible como en Yogya pero algo es algo. Luego hemos ido a lavar ropa sucia ya que se nos acumula sobre todo despues de las excursiones de los ultimos dias. Ayer noche mientras paseabamos vimos algunos puestos donde lavan, por kilo o por prenda, y despues de comparar precios, la hemos dejado. Esta bastante bien ya que por menos de 5 euros lavaremos todo lo que tenemos.Obviamente el tio que nos ha atendido a intentado vendernos excursiones para ver delfines y toa la pesca.
Por la noche, despues de haber descansado y habernos arreglado, hemos ido a cenar algo. Hemos probado en el Kakatua, otro de esos miles de restaurantes tipicamente balineses (bambu, musiquita, vestiditos tradicionales...) para gente tipicamente turista, me explico? No ha estado mal aunque tampoco ha sido espectacular, y es que el paladar se nos esta volviendo delicado a medida que empezamos a conocer la gastronomia de la zona. Ya no todo nos parece increible como al principio, ahora ya podemos criticar y decir que si esto esta mas asi o si alli lo hacian mas asa... Tras la cena, tocaban unas copichuelas y a eso ibamamos cuando la casualidad ha dado nuevamente con nostros y al cruzarme con unas chicas, me han sonado, y las he reconocido. Las holandesas que encontramos en los templos de Yogya estaban en Kalibukbuk tambien. Ha sido una sorpresa increible, hace gracia conocer gente y volvertela a cruzar, y despues de reencontrarnos y explicarnos los dias de aventura a grito pelao en medio la calle, nos hemos ido juntos a un local con musiquita en vivo. Pobre de mi que he tenido que currar y ensenyarle al chavalote que hacia los cocteles como hacer un Mojito como Dios manda. El pabellon ha quedao por todo lo alto, obviamente.
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