HOGAR DULCE HOGAR.

Stockholm (Suecia) - Calafell (Tarragona), dia 41.

La habladuria popular de este nuestro gran pais suele tener en su haber frases, por no decir joyas,  tales como "madre solo hay una", "como la espanyola no besa ninguna", o "el trabajo dignifica y ademas te hace un hombre" (que manera de engañarnos). A todas ellas añado y ademas la ratifico, esa famosa sentencia que reza "hogar dulce hogar " o mejor aun "home sweet home" que suena mucho mas acogedor. Y es que no hay nada en el mundo como llegar a casa. Casa es casa y ya podemos estar de guays en cualquier hotel de 5 estrellas en el Caribe que nuestra casa es insustituible y es donde realmente uno se relaja y descansa.

La tenemos que da miedo: maletas y ropa por todo el comedor, no quiero ni pensar las lavadoras que tenemos que poner para lavar todo, ademas de tender, y planchar (no se puede inventar algo que lo evite???), bolsas con regalos en la mesa y el sofa, como disfrutamos comprando chorraditas para la peña, y un monton de papeles, guias, comida, y chucherias que tambien nos hemos traido. Aun asi, aun y todo el jaleo que hay montado, estamos super agusto, es nuestra casa y solo estar aqui nos tranquiliza y nos pacifica el espiritu... sera que la nueva figurita de Buda que hemos puesto al lao de la tele y que no deja de mirarnos ayuda a ello...

Es bueno estar aqui y sobre todo es bueno haber llegado ya viendo como se ha puesto el panorama de la aviacion y la psicosis que se ha creado durante los ultimos dias. Vaya percal se ha montado. Por suerte todos los aviones que hemos pillado en estos 40 dias, concretamente 6, han funcionado como la seda y sin ningun tipo de problema.

Es bueno tambien ponerse a escribir y poder teclear esa Ñ tan nuestra y castiza, poder comerse una tortillita de patatas o siemplemente poner las noticias y volver a escuchar las chorradas del Matias Prats. Es bueno estar en casa de nuevo.

Ahora toca visitar a toda la family, contar diez mil veces lo mismo, y descansar, sobre todo descansar y recuperar el cuerpo del trote que le hemos metido. Ahora estamos saciados de viaje, tenemos esa sensacion de cansancio y hastio que se tiene cuando despues de una buena comida nos hablan de comer otra vez. Estamos hasta el gorro de viaje pero dos dias bien tranquilitos y relajados y de nuevo volveran esas ganas de viajar que no nos dejan quietos, tiempo al tiempo.